Recuerdo que una noche en el Mega pasaban una extraña película llamada Troll. Tenía como 11 años y no entendía demasiado el concepto. Para mi los Trolls eran unas criaturas pacíficas y risueñas del bosque con pelo de colores fuertes y largo como Vegeta y que comían semillas como lo cantaban en el comercial esos niños multiétnicos en especial el niñito afroamericano que tenía una especie de rap pegajoso con esos ruiditos buco-labiales. Como era sábado hacía zapping por los canales buscando algo que ver. Cada vez que pasaba por ese canal miraba algunas escenas dudoso. A medida que avanzaba la película la cosa se notaba que iba por el camino del mal. La niñita estaba como poseída, no confiaba en ese enano bigotón y los papás eran unos ineptos. En fin, sin aviso comienza el enanillo a contar una historia en la cena y a medida que avanzaba una música de fondo aparece tomando progresivamente fuerza. La letra no tengo idea en que idioma será, creo que debe ser latín o idioma troll. El tema se llama Cantos Profanae del compositor Richard Band que se hizo más menos conocido con su obra.
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