Antes el perro rubio me abandonó eligiendo a su antigua dueña
como yo minutos antes había hecho con mi amigo
No se preocupe mijita, yo me encargo
Para ser engullido por la luz y desaparecer hacia el infinito
Caminaba con dificultad usando mi bastón mientras cargaba la bolsa de pan con hallullas recién salidas del horno y con la otra mano me comía una empanada conduciendo alegremente mi limitación neurológica
Todo esto ocurría cuando el haz ultravioleta iluminaba con un brillo especial a las 17:02 horas
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