Saturday, March 28, 2009

El gato de Schrödinger


Común,
Talvez la mejor y única representación de lo que busco plasmar en este post sea el seminario de ayer:
De pronto me vi intentando con una preparación que en el momento parecía adecuada desenvolver ciertos temas.
Si me hubiese preparado la mitad o invertido la mitad del tiempo, el resultado sería el mismo. Sabía de alguna manera como todo iba a terminar. No mal comencé quería que todo acabara. Al terminar la presentación todo simplemente pasó. No hubo aplausos ni algún tipo de retroalimentación. Ningún estímulo aunque fuese negativo.
Es lo que ha ido ocurriendo con el paso de las semanas. Cada vez que pienso en esto se hace más tangible. No hay nada porqué destacar.
Un sujeto ordinario en un medio dónde lo extraordinario en gran medida requiere ser una persona diferente a la que es. Será talvez flojera o muchas otras o ninguna cosas.
Es posible calcular nuestra posición o trayectoria pero no ambas a la vez, por lo tanto mi pregunta sólo es cuestión de probabilidades...

Can't see myself on the mirror

Fasten your seat belt
because this
is going to blow
There goes my option
pretty cool uh
Melted with disappointments
whatsoever in need
Lost in translation
damned to chains
of nothing but
forgettable moments
we are dancing carelessly
to our personal
cage of numbness
Am I alone?
he asked everyday
to the mirror
trying again
falling and failing
becoming bitter
seeing everything
happening to another person
just pretending to be alive
crying or laughing
it is the same emptiness
Don’t know how it ends
but in that moment
he feels nostalgic
about the future
Going far away
seeking something
betraying himself
looking for signals
Am I alone?
he asked
one day and the mirror
answer was
you are free to break
the chains of fate that bind you
but first you have to find
your eyes
the ones that are sleeping
waiting to see the light

Otoño

Y entonces una mañana no muy especial abrió el notebook y comenzó a escribir. Las palabras comenzaron a entrelazarse torpemente.

Sin embargo, por un momento casi imperceptible, las hojas que comenzaban a caer, anunciando que un ciclo terminaba, se detuvieron.

Eran las primeras hojas que descendían lentamente de los árboles, anunciando un final posible.

No sabría si realmente estaba soñando con pensamientos o si pensaba en sueños. Sin razón comenzó a teclear más rápido y mientras toda la escena se fragmentaba en pequeñas notas musicales que empezaban a componer en el aire que respiraba una melodía que definía al vacío, cerró los ojos para intentar oír como se complementaba de manera extrañamente precisa a la que latía en su pecho.

Las hojas fueron llevadas lejos por el viento, llevando frecuencias a otros instantes. El final se constituía en tiempo real a través de pulsos e historias. Avanzaba en su devenir impredecible.

Si era una ecuación matemática explicable por la lógica también podía ser totalmente inexplicable por todo aquello que se aleja de la ciencia.

Gamefan Volume 8 Issue 12 december 2000

Recuperar la revista fue como un acto simbólico del subconsciente. Así hubo algo como flashbacks a medida que leía algunos de los artículos:

Estaba en el aeropuerto hojeando las páginas. Momentos importantes como la batalla contra Ogopogo en Final Fantasy IV o la memorable escena de la Opera de Final Fantasy VI que cambiaron su percepción de los videojuegos.

Tomaba mi bicicleta y llegaba hasta El belloto. En la casa de un amigo probábamos juegos nuevos para playstation esperando que funcionaran y no se cortaran los cinemas para no tener que regresar a la feria. Uno esperaba haber elegido un título que fuera casi un clásico instantáneo o simplemente, un partido de Winning Eleven con la marca personal. En el verano se aprovechaba la piscina del condominio.

Eran tardes tranquilas donde la vida era mucho más simple.

A veces volvía de noche a la casa batiendo tiempos. Hay una especie de nostalgia de eventos ocurridos hace poco. Como el fin de semana pasado durmiendo poco y al otro día en la mañana con el sol de vuelta en la micro para tomar después el tren.

Es raro. Viernes y cenar carne al aire libre.

Es difícil tener consciencia de cuándo estamos en uno de esos momentos (que a simple vista parecen triviales e insignificantes) que con el paso del tiempo (incluso poco días) se vuelven (o talvez muestran realmente) su verdadera trascendencia.

Ayer no fue tan terrible. Curiosamente las 2 películas que había visto y encontraba significativas las volvieron a pasar (14/03/09).

Ahora que reescribo después de un mes y medio varios de estos párrafos digo que lo terrible está sujeto al espectro del lente con que se saca la foto de un momento en particular.

Curiosamente, descubrí además que fué el último número de la revista antes de ser cancelada debido principalmente a problemas legales...

Thursday, March 26, 2009

Es oficial

 "Hagan lo que quieran, váyanse a la cresta, déjenme tranquilo."

Monday, March 23, 2009

Rutinario

Todo inició con un simple dialogo:
“Esto se está volviendo rutinario” dije.
“¿Rutinario?,” respondió. “Esta es apenas la segunda vez que vamos para allá y además ahora somos cuatro…”

En nuestra dirección una camioneta roja comenzó a tomar cierta velocidad. El perro que tenía patas cortas la seguía a su lado feliz como es típico de estos perros. Al vernos, se intimidó un poco y desvió su dirección cruzándose en el camino del vehículo:

Vi con todos los detalles y en cámara lenta como la rueda delantera izquierda pasó completamente por encima del perro. Casi no hizo ruido.

Hubo un “uhhh” generalizado al mismo tiempo que nos quedábamos parados mirando al perro que quedó aturdido, con la lengua afuera, la mirada perdida y casi sin movimientos. Hizo como un sonido pidiendo ayuda. O talvez simplemente se ahogaba.

La camioneta había avanzado unos metros y luego se detuvo. Se abrió la puerta y el conductor llegó corriendo.

“Al tiro al veterinario” dijo en voz alta como si quisiera que lo escucháramos. Tomó al perro (que ahora tenía más parecido con un saco de papas) en brazo y fue hacia su casa. Comenzamos a movernos y vimos como tocaba la reja un poco más adelante:

“Isabel!” gritó. “Isabeel!!!”

Se abrió la puerta y salió la hija.

“Llama a tu mamá que atropellé al Charlie”

“¿Qué?”

“Llama a tu mamá que atropellé al Charlie!” repitió, terminando con una voz temblorosa.

“Ahh…” dijo asustada la niña mientras desaparecía.

“¿Rutinario?” Avanzamos un poco más por el camino. Había sido una extraña situación. No demasiada rutinaria que digamos.

Aunque ya se venía riendo de antes, no pudo contener la risa más tiempo. Una risotada dantesca que probablemente el dueño de Charlie podría haber escuchado. Esperemos que no. Unos metros más y  otros también empezamos a reír.

La escena comenzó a ser repetida una y otra vez con todos los detalles que la hicieron un clásico casi instantáneo. Pobre Charlie. ¿Qué ocurriría con él?

En el camino de noche en busca del supermercado ya se habían hecho todos los comentarios posibles del acontecimiento y el tema comenzaba a perder frescura. Comenzó entonces la invención de segmentos para expandir la historia. Muchos probablemente eran poco factibles pero le daban más sabor:

“Este no es mi día” habría dicho el dueño de Charlie. Minutos antes recibió su despido laboral vía telefónica. Isabel no contestaba porque estaba con su amante en la casa, el cual al entrar furtivamente habría dejado la puerta de la reja abierta y de esta manera Charlie escapó para encontrarse con su destino fatídico de aquella tarde. En el camino al veterinario otras cosas ocurrían con cambios vertiginosos y sorpresas inesperadas dependiendo del narrador. Al parecer no encontraba al veterinario porque estaba en la casa con Isabel.

El dueño de Charlie además estaba todo nervioso, no porque el perro estaba gravemente herido, sino porque le iba a llegar el tremendo reto en la casa. Esa última parte era bastante real.

Finalmente después de casi media hora de entretención gracias a este acontecimiento demasiado rutinario llegó el momento sentimentaloide y reflexivo: “Pobre Charlie” “No, si igual fue fuerte” “Siempre pasan cosas raras en esta ciudad”.

Wednesday, March 18, 2009

Ascopena?

Los primeros 5 capítulos para descargar

Una novela llena de referencias a la cultura pop y filosofía, mezclando humor negro, sarcasmo y parodias, escrita por este genial director. Aún no puedo encontrar el libro completo, virtual o no. Así que tampoco sé que es lo que ocurre con Satrústegi...

Monday, March 16, 2009

NPO

Non per os, nil per os, nada por boca, ayuno, régimen cero, cágate de hambre...

Ascopena es un término acuñado por Alex de la Iglesia en Payasos en la Lavadora:

"Creo que tengo que definir ‘ascopena’, un concepto fundamental para comprender la realidad. Yo creo que hay cosas y personas, y programas de televisión, que dan ascopena. Ascopena es asco, repugnancia mezclada con pena, compasión, con la tristeza de saber que eso que tienes delante existe y que tú no puedes hacer nada para remediarlo, o no te apetece hacer nada por remediarlo. Algunos sienten miedo y asco. Yo siento asco y pena. Lo peor de los malos sentimientos es que son mucho más reales que los buenos. El amor es algo confuso, inaprensible. Durante siglos, escritores, poetas, incluso filósofos de gran talla intelectual, han intentado definirlo con un éxito bastante relativo. Por el contrario el odio es algo tan claro que no es necesario explicarlo, se presenta en nuestra mente sin dificultad."

Deberían hacer poleras impresas con “Ascopena”.
Yo me doy ascopena a veces. Es como…
De repente recordé que había dejado el billete en el bolsillo del pantalón. El mismo que había metido a la lavadora ayer y que permaneció tendido al sol todo el día en el jardín. Fui a buscarlo y por suerte permanecía en el mismo bolsillo, arrugado totalmente pero con su integridad mantenida. Me libré más tarde del billete pagando la cuenta del agua. Esa abuelita me dio ascopena. El tipo de las frutas tampoco se salva. Mi pelo sucio.
Next!. Sin duda el chaval tenía razón. Apesar de ser una extraña y finalmente mediocre adaptación nacional, el programa al menos causa risa y verlo es como, ascopena, un placer culpable. Podemos apreciar diversos individuos que a más de alguno --incluyendo Kenshiro, un tipo duro que se enfrentaba a tipos más duros con su puño que representaba a la Estrella del Norte-- se cagara en sus pantaloncillos…
Depilación de cejas? Esto sin duda es Esparta. Sparta?



También puedo jugar. Ascopena de video.

Coldplay - Yes




Saturday, March 14, 2009

Sulfitos

gatos ciegos
infectados
muertos

el gran pie de la vida
no guarda compasión

nostalgia
la pena sin limites
intrínseca
del corazón de los seres humanos

historias sin
coincidencias

frustaciones que
terminan
intentos inútiles

gatos ciegos
infectados
muertos

Friday, March 13, 2009

Payasos en la Lavadora

Capítulo 4 (extracto)
- Autor: Alex de la Iglesia

La televisión es, actualmente, el medio expresivo más rico y fértil que posee el hombre. Había que decirlo, así de claro.
El teatro, el cine, la literatura, la música, la poesía –menos la mía– están muertos, son fósiles, piezas de museo de provincias, experimentos fallidos de una cultura pasada de moda. Ya nadie hace nada bueno; lo poco que se podía hacer está hecho. Sólo quedan unos cuantos payasos haciendo el ridículo. La única posibilidad de triunfo que les queda es que los dos tipos del anuncio se ahoguen en la lavadora y poder así ocupar su puesto. ¿Qué pasa? ¿Os escandaliza? ¡Necios arrogantes! Oídme bien: es un hecho evidente que arrastramos muertos desde hace mucho. Y ya huelen. El teatro, por ejemplo: un grupo de gente chillando en un decorado cutre. ¿Por qué siempre chillan en el teatro? ¿Para que los oiga el de la última fila?…En cambio, amigos míos, la televisión… La televisión es innovadora, creativa, joven, fuerte. La televisión arriesga, la televisión rompe moldes y esquemas. Sobre todo la privada. La pública está perdida, despistada, imitando como pueden lo que hacen las demás. Es triste reconocerlo, pero es así.
El otro día vi en un programa de canciones y entrevistas al ‘hombre-rata’, el ser humano más pequeño del mundo. Cuarenta y cinco centímetros de estatura. Como una muñeca grande, de esas que se regalan por Reyes. A su lado, una presentadora italiana que, cuando se agachaba, cubría con sus colosales tetas operadas la cara del enano. De fondo, un ciclorama dibujado a rotulador con los colores más penetrantes que existen en el espectro. La voz del enano, extremadamente aguda, respondía sí o no a las preguntas que le formulaba la presentadora. Vestía un esmoquin hecho a medida, como los muñecos de ventrílocuo. No recuerdo exactamente el contenido de las preguntas, pero eran asuntos siniestros como ‘¿Te confunden en la calle con los niños, verdad?’ ‘¿Tienes novia?’ Parece que las preguntas le resbalan, o no entiende nada, sin más. Tras el interrogatorio, ella le abandona y comienza el espectáculo.
Oímos una canción de Michael Jackson. Ante mis ojos, sin previo aviso, el enano se pone a bailar, alegre, enseñando sus dientes de rata… Sonriendo a la cámara. El público aplaude sus movimientos absurdos. Punto. Se acabó.
Eso fue todo. Al final del show, incomprensiblemente, hace un par de abdominales.
¿Qué decir ante esto, amigo lector? ¿No se trata de un acto poético sin precedentes, una expresión directa del más puro Teatro Pánico? ¿Quién se atreve a hablar de vanguardia? No puedo soportar a toda esa morralla de ignorantes que critican la televisión privada. Estoy harto de tanta mediocridad, de miradas superficiales, de juicios primerizos, de mentes obtusas, ajenas a cualquier sensibilidad. ¿No es angustioso comprobar como enmudece la gente ante la Belleza, el Arte y la Verdad? ¿Cómo pueden confundirlo todo y, como dementes, burlarse de lo auténtico y alabar la parodia?
¿Cómo puede existir tanta ceguera ante lo que es un hecho artístico?

Saturday, March 07, 2009

Puta, entubé esófago

Rápidamente y con excelencia, la piedra canalizadora debía ser activada en lugares específicos para obtener un extraño y bizarro final que involucraba extraterrestres.
Soñé hace un par de semana con ratas.
Y antes de despertar en la mañana, con un ola gigante, casi un tsunami que se llevaba a la sesión del té.
"Mis relaciones son constantes auto sabotajes que terminan en un hoyo negro de expectativas destrozadas" No podría haberlo descrito mejor, por algo me gusta la serie.
Fue bastante excitante. Esperar unas cuantas horas para ver como dormía. Insisto todo ocurre por una razón, porque al final, eres un hombre de ciencia o un hombre de fé.
Es un problema atrás de otro. Anexo 107.