Siempre me llamó la atención ese episodio de la tercera temporada de Digimon dónde todos esos sentimientos oscuros que emergieron del momento hicieran que la evolución tomara un camino diferente siendo un reflejo en el resultado final, un ser completamente desfigurado y fuera de control con el arrepentimiento del humano tomando cuenta.
En otro episodio de Hajime no Ippo la pelea se tornaba complicada y a punto de perderse por lo que el entrenador conociendo a su pupilo por momentos mejor que él mismo le da una palmada en la espalda despertando su esencia.
Tal vez el yo superior evitó que antes del punto de no retorno las cosas se detuvieran.
Por la carretera en dirección a la luna creciente permitió recordar
del latín recordis que significa volver a pasar por el corazón
que no somos hormigas que chocan entre sí y siguen su camino sin inmutarse, que los detalles mueven el mundo y activan la memoria.
No comments:
Post a Comment