Los primeros médicos fueron Chamanes. Los antiguos tenían una forma diferente de percibir el tiempo. Su medición era basada en los astros, estaciones y cosechas.
Nos situamos cientos de años en el pasado.
Hoy es el Día de la guerra. Día de la visita docente-asistencial. El día donde se discuten los miembros de la tribu propia u otra que se encuentran en la planta del servicio chamánico.
Nuevamente a pesar del cambio de equipo es nuestro turno. Se nos informa quienes serían los elegidos para la visita. Queremos ser chamanes.
El viejo maestro parece poseído por espíritus oscuros. Ya desde el inicio parecía desconfiando ante la presentación de una de las miembros en estadía terapéutica al equipo chamán. Sin esconder su desagrado otro de ellos toma los escritos de la historia del primer caso. Los demás con más experiencia hacen comentarios a medida que cada uno presenta...
“Y es de séptimo?”
No eran precisamente palabras halagadoras.
Cada Chamán tiene sus mañanas y espera qué las cosas sean de su modo. En todo este caminar hay que verles las caras y sonreír. La ignorancia solo empeora las cosas.
Ya falta poco. Para qué no se sabe. Aún afectan esos trances.
Hay parejas en las tribus. Algunas llevan una vida entera. Otras recién caminan…
Por medio de los designios de la naturaleza, la dirección del viento, la aparición de las estrellas o simplemente el vuelo del cóndor soñado o no el conocimiento aparece.
Los hechos,
Construcciones mentales, intuiciones, mirando desde la altura se intenta ampliar la perspectiva.
Comentarios de un grabado personal a otro y de vuelta…
Antes era más verdadero.
La convicción fluctúa como el fuego de la fogata,
Las respuestas no las tiene ningún santo chamán…
1 comment:
Como? Siete centímetros?!?!?
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