El olor de la descarga del baño me trae recuerdos. Es el mismo producto --aka pastilla para el w.c-- de aquel verano.
El tiempo pasa.
Y de repente hay llamadas telefónicas extrañas para aclarar ciertos puntos, decirte que eres de tal manera (pesado eh?) y para coronar todo: buenos deseos para navidad.
Vivimos en un mundo extraño. Te encanta o no?
Guarenai!
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