Un tipo en calzoncillos agarrando un vaso helado frente a una pantalla unas veces azul otras blanca. Un chino con la media voz que no pareciera que fuera de él.
Los plazos cumpliéndose y tú no queriendo enfrentar la realidad unas veces colorida otras gris. Un gato esperando en la acera por un poco de alimento.
Deseos de viajes y regresiones por la línea del espacio-tiempo unas veces misteriosa otras inamovible. Mirando al pequeño maestro de madera y el gato verde indio.
Es el camino que elegimos el correcto? Unas veces pareciera que sí de forma gentil otras dan ganas de correr lejos. Nadie me enseño a tocar la flauta roja.
Viajando en barcos voladores por el mundo de la fantasía final unas veces en Blackjack otras en el Falcon. Todavía no abro esos chocolates.
Un tipo con los calzoncillos cubiertos esperando cerca de 45 minutos en el banco en una fila que avanzaba de forma eficiente para cobrar un cheque unas veces con los audífonos puestos otras mirando alrededor de forma desprendida o al menos eso quería mostrar. Había que depositarlo y para eso copiar la firma la que ya tenía entrenada, memoria de otros tiempos más felices pero siempre en silencio.
Y la felicidad sólo comprendida cuando ya pasó.
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