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La verdad que nunca tuvo mensajes.
Tampoco había una máquina contestadora que recibiese lo que nadie quería decirle.
Qué significa que un árbol dé mas frutos de los que puede soportar?
Dónde puedo encontrar a los Aliens, Viajeros del tiempo y Espers?
Espero que recuerden este banquete mientras estén en su junta.

El niño corría en el andén al frente. Un pestañeo y cayó a los rieles. El tren se acercaba y una ola de expectación con un llanto y gritos maternos de fondo se apoderó de la escena que tomó matices de surrealismo. Pero era la realidad. Sin pensarlo otra vez, salté yo también movido por fuerzas misteriosas. Era el andén de al frente, y bueno, no miré al otro lado…
Hubo 3 muertos esa mañana: ya que el guardia después de dudar y con las miradas de los presentes y varios años en los hombros saltó. Fue demasiado tarde.

El tren dio un pequeño brinco y dejó de funcionar. Pasaban los minutos y no avanzaba. Faltaba aire y los pasajeros estaban inquietos. Parecía que era una falla eléctrica. 10 minutos más tarde: “señores pasajeros estamos detenidos debido a…eeh...que no hay…hum…electricidad”. Risa generalizada por el gran y ordinario anuncio.

“Cuando oigas un niño preguntar por que el sol viene y se va dile porque en esta vida no hay luz sin oscuridad” (La Danza del fuego - Mago de Oz)

El niño nunca preguntó eso.

Los niños en el tren miraban el paisaje. Uno de ellos comenzó en su propia lengua una jerga que poco a poco tomó la forma de un canto. Canto que alcanzó a otros de los pequeños pasajeros. De un momento a otro los demás niños comenzaron a seguir las palabras ininteligibles que inquietaban a los que habían dejado la infancia. El coro se volvió una sola voz fuerte y poderosa. Los corazones que aún eran inocentes latían al unísono. Era una canción que contaba una historia. No sé el porqué pero, en ese momento recordé el mar.

“Siempre que pierda el camino lo iluminarás. La verdad no ilumina suficiente y a perderse” (A Perderse – Lucybell)

Las miradas se cruzaban a veces. A su lado un viejo edentado con una chaqueta de motociclista masticaba hojitas de su perejil mientras se concentraba frunciendo el ceño en su libro que leía usando una lupa. Por la ventana sólo oscuridad.