Y en el sur y juntitos. Además parece un alfeñique chico y feo el wn.
Como que hago unas extrañas coreografías con las manos, invocando cierta energía maligna para que todo acabe y la verdad prevalezca y que cambie el nick. Qué infantil muchacho. Tu silencio en clases me dejaba preocupado pensando que te chocaba mi didáctica poco convencional. Así fueron las cosas. Lección ¿aprendida? Conocí hace tiempo (aunque todavía lo conozco) un joven que aún andaba de luto o de negro, o ambos. Lo peor es que la segunda vez se pensaba con el sartén por el mango pero luego de comer algunas fritangas se dio cuenta que su colesterol se elevó en rangos de riesgo cardiovascular. Cosa que el ejercicio y dieta no podrían solucionar. Hubo una vez que tocó pizza y Hut y con bordes de queso. Junto con aventuras en los últimos metros y un Transantiago bastante pintoresco. Notable el tipo de las plumas y el perro que se bajó en el paradero. ¿Será por acaso que provengo de la ciudad de los molinos? O hay un significado en esto, medio psicomágico. Actos simbólicos que el inconsciente reconoce. Soy un Quijote. Y lo peor es que en segundo medio cuando estaba en la semana del conocimiento en el Olimpus me tocó personificarlo. Tenía hasta un caballito de madera. Antes de esa parte, fui quemado en la hoguera porque era un libre pensador: Giordano Bruno. Tenía que gritar y me cargaba. Me cargaba también el acto quijotesco de enfrentarme al molino de viento con gafas de sol y me tenía que golpear para hacer la payasada de rutina. Me cargó. Me carga que me cargue aunque me carga de una forma cargablemente cargable y saludable. Señoritaaa…usted. Sí profesora! El problema es que era un profesor y me lo decía a mi.
Por minha adorada Dulcineia!
Friday, August 22, 2008
Me cargó.
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